Desde la "Asociación No a la custodia compartida impuesta" queremos manifestar nuestra más firme repulsa al acto de irresponsabilidad política por el que se acaba de aprobar la Ley de Custodia Compartida en la Comunidad Valenciana.
La imposición de la custodia compartida en los divorcios contenciosos, inevitablemente, va a tener graves consecuencias negativas para los menores de la Comunidad Valenciana, vulnerando uno de sus derechos fundamentales: el derecho a tener un HOGAR ESTABLE.
Para que los hijos se resientan lo menos posible tras un divorcio, necesitan un hogar y un entorno estables; y continuar en la medida de lo posible con la misma rutina diaria que tenían antes de la separación de los padres. Obviamente, esto es imposible de lograr si obligas a los hijos a la alternancia, es decir, si los conviertes en lo que conocemos como "niños-maleta" o "nómadas desarraigados" obligados a mudarse periódicamente y provocando en ellos problemas tales como: desarraigo, dispersión, desubicación, depresión, inestabilidad, etc.
Además de los perjuicios que ya les ocasiona la alternancia, hay que añadir que en la inmensa mayoría de divorcios contenciosos (por no decir en todos), la relación entre los padres está profundamente deteriorada, lo que va a provocar que entre ambos haya incomunicación, incomunicación deficitaria, falta de capacidad para consensuar los aspectos básicos referentes a la educación y el cuidado de los hijos (tan fundamentales para su correcto desarrollo)....lo que hará que los hijos carezcan de patrones educacionales claros y por el contrario, vivan en constantes contradicciones que tendrán como consecuencias negativas más frecuentes y significativas: problemas para respetar las normas, falta de integración social y fracaso escolar.
Todos estos problemas, por sí mismos, son suficientemente graves; pero se acrecentan enormemente si con anterioridad a la separación, no existía una corresponsabilidad real padre/madre en cuanto a la educación y el cuidado de los hijos.