domingo, 14 de abril de 2013

POLÍTICA DE CONFETI

Mar Esquembre Cerdá   14.04.2013 | 01:13  infomacion.es
El Consejo de Ministros, en su sesión del viernes 5 de abril, aprobó el Plan de Infancia y Adolescencia 2013-2016, a instancias del Ministerio presidido por Ana Mato. Ya sabía que la ministra tenía debilidad por el confeti, pero una cosa es usarlo (lo pague quien lo pague) en fiestas de cumpleaños y otra cosa bien distinta es pretender que sirva como instrumento de gobierno. Porque eso y no otra cosa es el Plan citado. Como sabemos, el confeti no hace la fiesta, aunque la convierta en más vistosa (y lo mucho que cuesta luego limpiarlo).
El Plan de Infancia y Adolescencia sale de la chistera de la ministra al tiempo que se nos abrían las carnes con el asesinato de una niña a manos de su padre en Málaga. No es el primer ni único caso en que se usa a menores para ejercer la violencia contra las mujeres. Lo vemos a diario, por desgracia, con casos sobre la guardia y custodia de menores. Las mujeres suelen transigir, para evitar males mayores, con regímenes de visitas y guarda y custodia para quienes no se han preocupado de ejercer como padres hasta el momento de ruptura de la convivencia. Aunque toda la legislación afirma que se tendrá en cuenta el "interés superior del menor", lo que siempre prevalece es un atávico derecho de propiedad del padre sobre éste. Y aunque existen mecanismos en la legislación vigente para privarle de estas prerrogativas, se incumplen sistemáticamente. El Plan citado anuncia que se va a llevar a cabo una definición legal del concepto jurídico indeterminado "interés superior del niño", en base a la jurisprudencia del Tribunal Supremo y a las recomendaciones del Comité de Derechos del Niño de la ONU. Confeti, porque ese interés ya está suficientemente definido, pero se desatiende sistemáticamente. Además, como novedad, se anuncia que el Gobierno incorporará un informe sobre el impacto en la infancia en todos los proyectos de ley y de reglamento, "de la misma manera que ya ocurre con el impacto de género". Pues apaga y vámonos, porque el impacto de género se suele solventar en un par de líneas, para afirmar que es inexistente. Confeti de nuevo. El Plan prevé reconocer a los menores como víctimas de la violencia de género y anuncia que se procurará que los hijos permanezcan con su madre en estos casos. La vigente Ley contra la violencia de género ya lo hace ¿por qué no se cumple? Al igual que no se cumple en cuanto a la necesaria formación respecto de este tipo de violencia, desde la escuela a las y los profesionales cuya misión es combatirla. Cúmplase la legislación vigente y déjese el confeti para las fiestas, por favor.