martes, 16 de abril de 2013

Critican el "maltrato psicológico" que provoca la custodia compartida "impuesta"

Efe. Zaragoza| 16/04/2013 a las 12:43

La Asociación Custodia en Positivo ha criticado este martes el "maltrato psicológico" que supone para el menor la custodia compartida "impuesta" en los casos de divorcios sin acuerdo y han exigido que cada caso se estudie individualmente, teniendo en cuenta la opinión del niño antes que la de los progenitores.

Así lo han indicado las portavoces de la organización, Eva María Moreno y Gloria Romero, en la Comisión de Peticiones Ciudadanas, en la que han explicado su experiencia, destacando el "sufrimiento" y el "nerviosismo" que la aplicación de esta ley provoca en sus hijos.

Han destacado los efectos negativos que conlleva para los niños una custodia compartida impuesta por vía judicial, sin acuerdo entre los padres, y han explicado que hasta, en algunas ocasiones, se convierte en un "chantaje" de un progenitor sobre otro.

Con el objetivo de evitar que los niños sufran, la asociación ha propuesto una serie de modificaciones a la ley, entre ellas que se tenga en cuenta la "opinión" del niño hasta el punto de que sea "vinculante" en la toma de decisión.

"Los niños pequeños también se expresan, patalean, vomitan, lloran, se agarran con fuerza, se desnudan en casa para no salir, y dicen no, no, no", ha narrado Moreno emocionada, recordando su experiencia.

En este sentido, han planteado también que profesionales cualificados realicen un amplio estudio sobre cada caso concreto, más exhaustivo que el actual, y que, una vez dictada la sentencia, se compruebe el estado emocional del niño de forma periódica.

Por su parte, Gloria Romero, madre de dos niñas de 4 y 7 años, ha explicado que ha tenido la "desgracia" de divorciarse en Aragón, la primera comunidad autónoma donde se legisló la custodia compartida y ha reivindicado que se "respete" la vida del menor, por delante de todo.

Ha comentado que sus hijas han pasado de estar 24 horas con su madre a solo verla cada quince días por rechazar una sentencia, fijada por una ley que en teoría tiene "buenas intenciones", ha reconocido, pero que, en la práctica, está provocando "sufrimiento" a muchos niños.