domingo, 16 de octubre de 2011

HORA DE LEVANTARSE

* Por Mar Esquembre

... IGUALDAD APARENTE, VIOLENCIA REAL
Las caritas de las dos criaturas desaparecidas en Córdoba acuden con fuerza a mi mente cada vez que me he enterado del asesinato de mujeres por sus parejas o exparejas ¿Por qué asocio la desaparición de los niños con los asesinatos machistas que se han sucedido en esta semana trágica? Aunque la desaparición, en principio, es atribuible a un despiste del padre en el parque, me cuesta creerlo y todavía me parece menos verosímil si hablamos de un niño de dos años. La investigación continúa y he leído que fuentes cercanas a la misma informan que el padre amenazó a la madre en el inicio del proceso de separación con no permitirle volver a ver a sus hijos si no aceptaba la custodia compartida. He ahí la conexión entre una noticia y las otras: hay muchas formas de ejercer la violencia contra las mujeres.
Sólo espero que esas amenazas no se cumplan, pero demasiadas amigas abogadas me confirman que la custodia compartida, junto al inventado síndrome de alienación parental (SAP), está siendo utilizada como una nueva forma de violencia hacia las mujeres. En muchas Comunidades Autónomas, como la nuestra, se han aprobado leyes que favorecen la imposición de la custodia compartida en los supuestos contenciosos de separación. Parten dichas leyes de un concepto formal de igualdad que no se corresponde con la realidad y permiten la aplicación de una solución salomónica ignorando el contexto particular y general en el que se han desarrollado las relaciones familiares. Pretenden estas leyes garantizar que los padres puedan ejercer la guarda y custodia de los hijos de la misma forma que las madres. Me parece estupendo, pero la realidad es que quienes renuncian total o parcialmente a sus trabajos y/o profesiones son mayoritariamente las madres; quienes solicitan las excedencias para el cuidado son las madres salvo casos excepcionales. De acuerdo que hay casos de abusos por parte de las mujeres (pónganme un ejemplo de cualquier norma de la que no se abuse), pero la realidad es que ocupamos posiciones asimétricas. Que el que te llamen zorra no es igual que si te llaman zorro. Que si dedicas mucho tiempo al trabajo eres mala madre, pero él es un trabajador ejemplar y su faceta de padre se cubre con eso…Pero todo eso lo ignoran estas leyes. La corresponsabilidad debe comenzar antes de las desavenencias y pocas plataformas y asociaciones de hombres conozco que defiendan, con tanto ahínco como hacen con la custodia compartida impuesta, el reconocimiento por ley de permisos de paternidad iguales, intransferibles y pagados al 100% para poder hacerse cargo de sus criaturas. Eso es reclamar igualdad, lo otro, en demasiados casos, es un arma contra las mujeres..