Madrid, 11 nov (10). AmecoPress. "Las organizaciones de mujeres hemos apostado y seguimos apostando por la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos e hijas, por que aspiramos a una sociedad más igualitaria donde también el reparto de las cargas familiares sea una realidad para hombres y mujeres. Por eso, ante los casos de separación y divorcio entendemos que la custodia hacia los y las menores debe desarrollarse siempre de forma responsable, y que el régimen de custodia compartida sólo puede obtenerse cuando ambos progenitores estén de acuerdo". Esa es la postura que la Asociación de Mujeres Juristas (Themis) argumentará en el Curso Monográfico "Procesos de familia. Custodia compartida", que celebra hoy en Madrid.
Altamira Gonzalo, que ha llevado a cabo una de las ponencias de la jornada, en la que ha desarrollado un análisis crítico del actual sistema de la custodia compartida, incluyendo las polémicas leyes de Aragón y Cataluña, ha explicado que "la custodia compartida es muy compleja, obliga a los progenitores a mantener una intensa comunicación, a los niños y niñas a residir en domicilios diferentes y todo esto es delicado de llevar a cabo y sólo es posible cuando hay acuerdo. Si no hay acuerdo, este proceso está destinado al fracaso"
El Curso que Themis ha llevado a cabo forma parte de las actividades de formación que la asociación viene desarrollando, y tiene como objetivo intercambiar y avanzar en el conocimiento de los procesos de familia y sus diferentes vertientes, incluyendo la polémica custodia compartida.
El neomachismo se viste de progresismo
"Las reivindicaciones de la custodia compartida provienen de lo que nosotras llamamos representantes del "neomachismo", son una minoría, casi todos padres separados, pero que tienen eco en los medios de comunicación porque plantean la custodia compartida desde la perspectiva de igualdad y el progresismo", asegura Altamira.
Sin embargo, para la letrada es claro que las reivindicaciones de este movimiento, que comenzó en los EE.UU., responden a intereses que nada tienen que ver con la igualdad. "La custodia compartida es un arma que se utiliza para reducir pensiones, para evitar que las mujeres y los hijos e hijas tengan el domicilio familiar, es un arma de presión en la negociación de los divorcios, saben que las mujeres, por sus hijos, van a aceptar todo", dice esta especialista, socia de Themis.
En el curso se profundiza sobre el conocimiento de las medidas económicas y personales adoptadas en los procedimientos de de rupturas matrimoniales y de pareja: pensiones, uso domicilio familiar, patria potestad, guarda y custodia, régimen de comunicaciones y visitas, etc.
Uno de los aspectos incluidos en la intervención de Altamira es "la especial incidencia de la custodia compartida y otras medidas en supuestos de violencia de género. Las leyes prevén que "no se puede atribuir la custodia compartida en caos en los que hay malos tratos", indica la abogada y cita especialmente el artículo 92.7 del Código Civil. Aunque también, amplía que la nueva y polémica Ley de Aragón, "incluye que en caso de que haya sentencia que fuera absolutoria, se revise el caso"