ROBERTO PÉREZ / ZARAGOZA Día 07/05/2013 - 18.34h
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Como él está en
prisión, quedará al cuidado de los padres del condenado, y deberá estar
supervisada por psiquiatras para superar el trauma
Tiene cinco años, hará seis en septiembre, y se quedó húerfana de madre cuando
acababa de cumplir tres años porque la mató su padre. Pero un juez de Zaragoza ha dado la
custodia de la pequeña a la familia del padre, pese a que está en prisión y
ha sido condenado a 18 años de cárcel por el asesinato de la que fue su esposa
y madre de la niña. Como él está en prisión, la pequeña queda al cuidado de los
abuelos paternos. El juez, titular del juzgado de Primera Instancia número 6 de
Zaragoza, ha considerado que la niña mantiene un «estrecho» lazo afectivo con ellos.
Es uno de los argumentos con los que ha tumbado la
petición de la familia de la víctima para que la niña se la entregaran a ellos,
y no a la familia de su padre. Según ha informado Heraldo de Aragón, el juez
otorgó la custodia antes de que se dictara la condena de 18 años de cárcel
hacia el padre.
Eso sí, en aquel momento ya estaba incurso
judicialmente por un crimen que ocurrió en el domicilio familiar más de un año
antes, en julio de 2011. Esto se juzgó por la vía penal; la custodia de la niña
se dirimió en un juzgado civil. Y el fallo que asignó la custodia a los abuelos
paternos no ha sido recurrido, así que ahora se ha convertido ya en firme.
Se da la circunstancia, además, de que la sentencia por el crimen también
inhabilita al padre de la niña a ejercer la patria potestad durante 19 años. Pero todo esto no
se ha convertido en firme, en tanto que la condena ha sido recurrida.
El juez de familia que ha ressuelto sobre la custodia
de la pequeña también ha valorado la más holgada situación económica de la que
disfrutan los abuelos paternos en comparación con la familia de la madre
asesinada.
La niña queda de esta forma al cuidado de estos
abuelos, pese a que eso también le supone verse separada de su hermano, otro
hijo que la madre asesinada tenía de una relación anterior y con el que
convivía la pequeña.
El mismo juez ha ordenado que la niña pase más tiempo
con su hermano y, además, que esté supervisada
por los psiquiatras del
Hospital Infantil de Zaragoza para que supere el trauma por el asesinato de su
madre por parte de su padre.