jueves, 9 de mayo de 2013

UN JUEZ DA LA CUSTODIA DE UNA NIÑA AL ASESINO DE SU MADRE


ROBERTO PÉREZ / ZARAGOZA Día 07/05/2013 - 18.34h abc.es

Como él está en prisión, quedará al cuidado de los padres del condenado, y deberá estar supervisada por psiquiatras para superar el trauma


Tiene cinco años, hará seis en septiembre, y se quedó húerfana de madre cuando acababa de cumplir tres años porque la mató su padre. Pero un juez de Zaragoza ha dado la custodia de la pequeña a la familia del padre, pese a que está en prisión y ha sido condenado a 18 años de cárcel por el asesinato de la que fue su esposa y madre de la niña. Como él está en prisión, la pequeña queda al cuidado de los abuelos paternos. El juez, titular del juzgado de Primera Instancia número 6 de Zaragoza, ha considerado que la niña mantiene un «estrecho» lazo afectivo con ellos.
Es uno de los argumentos con los que ha tumbado la petición de la familia de la víctima para que la niña se la entregaran a ellos, y no a la familia de su padre. Según ha informado Heraldo de Aragón, el juez otorgó la custodia antes de que se dictara la condena de 18 años de cárcel hacia el padre.
Eso sí, en aquel momento ya estaba incurso judicialmente por un crimen que ocurrió en el domicilio familiar más de un año antes, en julio de 2011. Esto se juzgó por la vía penal; la custodia de la niña se dirimió en un juzgado civil. Y el fallo que asignó la custodia a los abuelos paternos no ha sido recurrido, así que ahora se ha convertido ya en firme.
Se da la circunstancia, además, de que la sentencia por el crimen también inhabilita al padre de la niña a ejercer la patria potestad durante 19 años. Pero todo esto no se ha convertido en firme, en tanto que la condena ha sido recurrida.
El juez de familia que ha ressuelto sobre la custodia de la pequeña también ha valorado la más holgada situación económica de la que disfrutan los abuelos paternos en comparación con la familia de la madre asesinada.
La niña queda de esta forma al cuidado de estos abuelos, pese a que eso también le supone verse separada de su hermano, otro hijo que la madre asesinada tenía de una relación anterior y con el que convivía la pequeña.
El mismo juez ha ordenado que la niña pase más tiempo con su hermano y, además, que esté supervisada por los psiquiatras del Hospital Infantil de Zaragoza para que supere el trauma por el asesinato de su madre por parte de su padre.