27.04.2013 | 04:00 ROSA PEÑALVER www.laopiniondemurcia.es
Hemos escuchado en distintos medios a la diputada del PP, señora Tomás, decir que en Murcia se va a aprobar una ley para que la custodia de los hijos en caso de divorcio sea compartida por ambos progenitores de forma generalizada; según ella se trata de una promesa electoral del PP.
El Partido Socialista estará siempre con el interés superior de los menores y, por tanto, no apoyará la custodia compartida de manera generalizada; custodia compartida, sí, pero cuando ambos progenitores estén de acuerdo; si no es así, entendemos que son los jueces quienes deben decidir (previo informe de psicólogos, trabajadores sociales y especialistasÉ) qué es lo mejor para los hijos e hijas.
Plantear este tema, que no depende de la legislación autonómica sino estatal, que está regulado por ley en el Código Civil desde 2005, supone entrar en un falso debate sobre la igualdad y en maniobras de distracción de la ciudadanía de los graves y urgentes problemas de paro, desahucios, desatención de dependientes, recortes educativos y un largo etcétera que tiene esta Comunidad.
¿Y por qué entendemos que es necesario un acuerdo entre los progenitores para la custodia compartida? Sencillamente porque la custodia compartida impuesta de manera general y sin acuerdo de los dos progenitores puede provocar situaciones conflictivas que no benefician a los menores aunque satisfaga los deseos de algunos adultos.
¿Qué pasará cuando uno de los progenitores sea un maltratador, condenado judicialmente o no?
¿Qué pasará cuando los progenitores tengan unos ingresos reducidos que les impidan mantener dos casas y duplicar todo aquello que necesitan para sostener a sus hijos e hijas?
¿Qué pasa cuando los horarios laborales de uno de los progenitores no le permitan conciliar la vida laboral y profesional para atender debidamente a los menores?
Imponer la custodia de manera generalizada perjudica a hijos e hijas y cuesta imaginarla entre progenitores que no sean capaces de ponerse de acuerdo, que ni se hablen y sólo en los tribunales sean capaces de resolver sus diferencias; por el contrario, es fácil imaginar cuando no hay un clima de conflicto entre los adultos, cuando el régimen de convivencia alterna con los dos progenitores proporciona seguridad, tranquilidad y bienestar al menor, situación ésta que requiere buena comunicación entre los progenitores.
Todo esto lo garantiza la actual legislación; por tanto, si el PP quiere cumplir sus promesas electorales puede empezar por pagar las ayudas a los dependientes o por devolver al sistema educativo los 2.500 profesores interinos que ha suprimido o por mantener las ayudas para financiar los libros de textos y así una larga lista de promesas incumplidas.
Tiene tajo, que dicen en la huerta.
El Partido Socialista estará siempre con el interés superior de los menores y, por tanto, no apoyará la custodia compartida de manera generalizada; custodia compartida, sí, pero cuando ambos progenitores estén de acuerdo; si no es así, entendemos que son los jueces quienes deben decidir (previo informe de psicólogos, trabajadores sociales y especialistasÉ) qué es lo mejor para los hijos e hijas.
Plantear este tema, que no depende de la legislación autonómica sino estatal, que está regulado por ley en el Código Civil desde 2005, supone entrar en un falso debate sobre la igualdad y en maniobras de distracción de la ciudadanía de los graves y urgentes problemas de paro, desahucios, desatención de dependientes, recortes educativos y un largo etcétera que tiene esta Comunidad.
¿Y por qué entendemos que es necesario un acuerdo entre los progenitores para la custodia compartida? Sencillamente porque la custodia compartida impuesta de manera general y sin acuerdo de los dos progenitores puede provocar situaciones conflictivas que no benefician a los menores aunque satisfaga los deseos de algunos adultos.
¿Qué pasará cuando uno de los progenitores sea un maltratador, condenado judicialmente o no?
¿Qué pasará cuando los progenitores tengan unos ingresos reducidos que les impidan mantener dos casas y duplicar todo aquello que necesitan para sostener a sus hijos e hijas?
¿Qué pasa cuando los horarios laborales de uno de los progenitores no le permitan conciliar la vida laboral y profesional para atender debidamente a los menores?
Imponer la custodia de manera generalizada perjudica a hijos e hijas y cuesta imaginarla entre progenitores que no sean capaces de ponerse de acuerdo, que ni se hablen y sólo en los tribunales sean capaces de resolver sus diferencias; por el contrario, es fácil imaginar cuando no hay un clima de conflicto entre los adultos, cuando el régimen de convivencia alterna con los dos progenitores proporciona seguridad, tranquilidad y bienestar al menor, situación ésta que requiere buena comunicación entre los progenitores.
Todo esto lo garantiza la actual legislación; por tanto, si el PP quiere cumplir sus promesas electorales puede empezar por pagar las ayudas a los dependientes o por devolver al sistema educativo los 2.500 profesores interinos que ha suprimido o por mantener las ayudas para financiar los libros de textos y así una larga lista de promesas incumplidas.
Tiene tajo, que dicen en la huerta.