Día 07/03/2013 - 08.50h
Un juez luso concede la custodia provisional al padre y uno español da a la mujer solo cuatro días de plazo para obedecer
El titular del Juzgado de Primera Instancia número 25 de Madrid dictó un auto el pasado viernes en el que obliga a una madrileña, Helena de Pedro, a entregar a sus dos hijos de 7 y 9 años a su exmarido portugués, quien pretende llevarse a los pequeños a vivir con él a Lisboa. Le dio cuatro días de plazo que vencieron ayer a las 17.30 de la tarde. En caso de no cumplir el mandato, Helena será acusada de un delito de desobediencia y se enfrenta a una multa de 5.000 euros e incluso a ser detenida. La Policía se presentó en su casa de Alcalde Sainz de Baranda para ejecutar la orden judicial y llevarse a los niños por la fuerza. Helena permanecía a las diez de la noche atrincherada en su casa, con sus hijos, rota de desesperación y rodeada de amigos y familiares que impedían el paso de los agentes.
«Nunca imaginé que esto pudiera suceder. Confiaba en que nuestra Justicia me amparara y quería evitar sufrimiento a los niños», explicaba Helena horas antes a ABC. Su caso es insólito. Su exmarido,Gonçalo Andrada Reis Veloso la denunció en España por traerse a los dos hijos de la pareja a Madrid, después de separarse. El Juzgado número 25 ordenó que los niños debían volver a Lisboa, pero la Sección 24 de la Audiencia madrileña, en un auto dictado hace justo un año, revocó esa decisión y dio la razón a la madre.
No hay retención ilícita de menores
«No nos encontramos ante un supuesto de retención ilícita de menores», concluyó la Sala, argumentando que era la madre quien tenía la custodia de los niños cuando decidió volverse a vivir a Madrid con su familia y además ejercía las responsabilidades parentales (su marido había dejado la casa familiar portuguesa en la que permanecieron los niños y la madre).
Helena abandonó Portugal a finales de 2009 y en octubre de 2010 su pareja incoó un procedimiento de divorcio, así como las medidas provisionales respecto a los hijos que es el que ha motivado el drama en el que ahora vive esta mujer. Un juez portugués le concedió al padre la custodia (de manera provisional) a finales de 2011 (sin oír a la madre) y con esa decisión él volvió a acudir al Juzgado 25 que ha ordenado ahora que se ejecute esa resolución de su colega luso.
En medio, las autoridades portuguesas archivaron diligencias abiertas por presuntos malos tratos denunciados por Helena, pero un Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Madrid la admitió. Un equipo psicojurídico del Ayuntamiento de Madrid concluyó que Helena presentaba «secuelas compatibles con una situación de maltrato en el seno de la pareja», según recoge la sentencia de la Audiencia de Madrid. Los magistrados explican que la madre no se ha puesto a que los niños vean a su padre y que está a su alcance hacerlo «dadas sus posibilidades económicas pues su salario es de 5.000 euros mensuales netos».
La decisión judicial actual, con ajustarse a derecho, podría retrasarse. El día 12 se celebrará en Portugal la vista para decidir si la custodia se otorga al padre o a la madre. «Le hemos pedido al juez que retrase su decisión hasta que los niños acaben el curso escolar al menos», explica la abogada de Helena, Nuria de la Rocha. El mayor hace la Primera Comunión en mayo. Dos peritajes de psicólogos señalan que los pequeños «sin mostrar rechazo a la figura paterna, presentan un elevado nivel de ansiedad, con sentimientos de temor a la pérdida del arraigo familiar, susceptible de derivar en trastornos emocionales».
La Audiencia madrileña tuvo en cuenta esos factores para que los niños siguieran con su madre y su vida en Madrid. Otro juez ha preferido atender, de manera inminente, a su colega portugués. Helena está dispuesta a pagar cualquier precio antes que entregar a sus hijos.