viernes, 20 de agosto de 2010

Custodia compartida impuesta: ¿por qué consideramos que es perjudicial para nuestros hijos?

"Los padres que se esfuerzan por mantener una relación cordial y por no mezclar a los hijos en sus disputas, consiguen que su evolución sea más positiva. Los padres que mantienen una relación en la que comparten aspectos como los problemas de crianza que puedan surgir con los hijos y las pautas educativas que se desean establecer, proporcionan una mayor coherencia y estabilidad en las normas y valores que inculcan a sus hijos. Además, cada uno supone un apoyo para el otro y transmiten al niño la sensación de que puede confiar en ambos por igual"
(www. menudospeques.net)


"Habría que evitar lo máximo posible que cambie la rutina diaria de la vida del niño. Habrá cambios inevitables, pero los padres tienen en su mano el intentar que sus hijos puedan continuar con la mayoría de las actividades y costumbres como cuando todos vivían juntos, ya que la falta de consistencia en hábitos y rutinas (horarios, normas, hábitos de alimentación y sueño, etc.) acrecentaría los problemas afectando a la salud emocional y al desarrollo infantil"
(www.psicologoescolar.com)

"El Divorcio Según las Etapas del Desarrollo de los Niños
Marisol Muñoz-Kiehne, PhD

Común a todas las etapas hasta los 12 años:
· Mantenga sus juguetes y objetos favoritos a la mano.
· Mantenga las rutinas lo más posible.
· Necesitan estabilidad y predictibilidad.
"
(www.nuestrosninos.com)



"Ideas para Padres Divorciados
Eduvigis Cruz-Arrieta, PhD
Los ex-esposos deben trabajar en cómo desarrollar una mejor comunicación con respecto a todo lo que concierne a los hijos, independientemente de los problemas entre ellos..."

(www.nuestrosninos.com)

Después de mucho leer acerca de cuáles son las pautas que los padres deben seguir de cara a los hijos cuando se produce un divorcio, me ha quedado bastante claro qué se debe hacer y lo que no (aquí os he puesto unos ejemplos). Parece que no hay duda al respecto.

Pues bien: actualmente, la legislación brinda a los padres la posibilidad de alcanzar un acuerdo antes de llegar a la vía contenciosa. Pero, ¿qué ocurre cuando los ex-cónyugues son incapaces de alcanzar ese acuerdo? En un porcentaje muy alto de estos casos que llegan a un divorcio contencioso, los padres están en pleno "lo que se debe evitar". Y estando en esa tesitura, de repente, se impone la custodia compartida sin que la hayan acordado, es decir, cae la bomba.

Cuando tengo conversaciones sobre este tema con personas que están felizmente casadas o que no han pasado por un divorcio conflictivo, me dicen que "habrá que presuponer que esos padres harán lo posible por limar asperezas". Desde luego, eso es mucho presuponer, porque en muchos casos en que los padres no han sido capaces de alcanzar un acuerdo, la relación entre ambos está tan deteriorada que, sencillamente, eso no es posible.

Con una custodia compartida, se multiplican enormente las posibilidades de fricción, de modo que los hijos vivirán en mayor medida las siguientes situaciones: discusiones, ira, manipulaciones, faltas de respeto, hostilidad, denuncias, etc etc.

Y sobretodo, sufrirán la incapacidad de los padres para mantener una comunicación efectiva y normalizada sobre la crianza y las pautas de su educación. ¿Qué estabilidad se va a dar a esos hijos si, donde uno les dice "so", el otro les dice "arre"?

Algún ejemplo:

- Período que pasa con la madre: ésta obliga al niño a comer verduras porque "hay que comer de todo".
- Período que pasa con el padre: el niño sólo come lo que le gusta porque "las verduras no son tan necesarias y da igual"

- Período que pasa con el padre: el niño se va a la cama pronto porque al día siguiente tiene que madrugar para ir al colegio.
- Período que pasa con la madre: el niño se puede quedar hasta tarde viendo la tele porque total, "ya recuperará sueño el fin de semana".

- Período que pasa con la madre: el niño hace los deberes nada más merendar y después juega, por aquello de que "primero la obligación y luego la devoción".
- Período que pasa con el padre: el niño puede jugar nada más salir del colegio porque "vendrá cansado", y ya hará los deberes antes de acostarse.....


Y sin mucho pensar, se me ocurren muchísimos ejemplos más. Si se impone una custodia compartida cuando hay un claro desacuerdo al respecto de los padres, ¿cómo se va a garantizar la estabilidad emocional de los hijos si tienen que vivir contradicciones constantes?

Parece bastante claro que, para garantizar el bienestar y la estabilidad de los hijos en una custodia compartida, tiene que haber mucha comunicación y coordinación entre los padres. Y por supuesto, que se hayan puesto en común unas pautas básicas para su educación. Pero, ¿y cuando esto no se puede garantizar porque la custodia compartida no ha sido acordada entre ambos? Es más, ¿que ocurre cuando, dado el conflicto existente entre los padres, con toda probabilidad no va a ser así?